Dicen qué hay amores que matan y qué hay fortunas que desaparecen por unas faldas y así más o menos le está pasando al cantante del Regional Mexicano Lupillo Rivera quien desde que entro a la Voz México como Couch y conoció a la cantante de pop Belinda quedó impresionado por su belleza y porte, anudado a eso la producción le dio cuerda al sacar el “chisme” de que eran novios por lo que el hermano de Jenny Rivera se “voló” y ahora anda más enamorado que puberto.
Por su parte Belinda no desaprovechó la oportunidad y fiel a su costumbre de vaciar carteras y cuentas bancarias de sus amores -como en su momento lo denunciaron el mago Criss Angel y el médico cirujano Ben Talei- la cantante de “sapito” le vino como anillo al dedo el que Lupillo cayera enamorado de sus cualidades y comenzó a tejer la “trampa” en la cual Rivera como corderito cayó a la red.
Entre rumores, fiestas, viajes y mucha diversión Lupillo recordó que verbo mata carita y comenzó a complacer a su amada hasta en sus más mínimos caprichos como es el producirle un disco del Regional Mexicano, pero uno de sus grandes “sueños” era tener una casita en Hollywood, por lo que el cantante aprovechando su nacionalidad estadounidense y el trabajo como cantante que le reporta varios miles de dólares de inmediato sacó un préstamo ante un banco estadounidense para adquirir una casita al sur de California en los EU y cuyo valor es de 4.2 millones de dólares al valor del mercado local.
La famosa casita es todo lujo y con 4850 mts cuadrados, spa, albercas y una vista panorámica a las famosas letras para tener su nidito de amor.
Al ya tener la propiedad a su nombre Beli ha tenido que dar su brazo a torcer y darle el tan ansiado ¡si! A Rivera, quien le ha vendido el alma al diablo ya que el préstamo que solicito tendrá que cubrirlo por varios años.
Por ahora el cantante está feliz con su nueva conquista y ni sombra le hacen los comentarios de amigos cercanos y familiares al decirle que cuando la Beli le exprima todo, lo dejará para irse con otro galán como lo ha venido haciendo en otras ocasiones y él se quedará con la deuda de la casita
Pero bien dicen que “el que por su gusto muere, hasta la muerte le sabe”