+ NUNCA SE PRESENTÓ EL M.P. AL HOSPITAL PARA TOMARLE DECLARACIÓN

+ EL AGRESOR, UN DELINCUENTE DE LA ZONA CENTRO, SIGUE EN LIBERTAD

Damián estuvo hospitalizado luego de que un delincuente le disparó por defender a una mujer que era asaltada. Estuvo hospitalizado, pero nunca apareció el Ministerio Público (M.P) a tomarle declaración, nos asegura él mismo en entrevista para La Roja.

Estuvo internado en la Clínica 50 del Seguro Social más de dos días, desde el sábado 11 de febrero y hasta pasado el mediodía del lunes 13, sin que la Procuraduría de Justicia enviara algún agente a levantar la denuncia para investigar y detener al asaltante.

Esa indolencia o irresponsabilidad por parte de la autoridad resulta más notoria o escandalosa porque el hecho violento tuvo amplia repercusión pública en medios y redes sociales, debido a que ocurrió en una zona céntrica de la ciudad y a la luz del día.

Pero además de lo anterior, es de rutina que en todos los hospitales y clínicas del estado se tengan que reportar y denunciar ante la autoridad cualquier herido en incidentes violentos. Esta vez no ocurrió así.

Enseguida de los hechos, la víctima recibió el auxilio de policías municipales, quienes levantaron un reporte, y luego el lesionado fue canalizado a la Cruza Roja, y de ahí a la Clínica 50 del Seguro Social.

Una vez internado, en diversas ocasiones el paciente preguntó sobre cuándo irían a tomarle declaración para denunciar a su agresor y proporcionar los datos que permitan su captura, pero nadie acudió.

Él tampoco ha puesto la denuncia —nos dice— debido a que primero estuvo internado y ahora que se le dio de alta en el hospital le está dando prioridad a su salud, nos comenta por teléfono mientras está por entrar a consulta en una clínica de salud. Pero promete que lo hará lo más pronto posible, “tal vez mañana mismo”.

EL DISPARO EN EL PIE

Era alrededor de la una de la tarde del señalado sábado 11 de febrero cuando en la transitada y conflictiva zona de Eje Vial, Damián, de 40 años, esperaba el camión urbano para dirigirse a su trabajo; junto a él había al menos otra media docena de personas.

Una de ellas era una joven de más o menos 20 años, quien estaba abstraída revisando su celular. De pronto por la calle apareció un sujeto en bicicleta de carreras, de un manotazo arrebató el móvil a la chica, pero ella reaccionó rápido y persiguó el delincuente, alcanzando a jalarle de la playera.

Mientras todos los demás testigos permanecieron impasibles viendo la agresión a la joven, Damián intervino enseguida, pues temió —nos dice ahora— que la chica fuera lastimada. Corrió para alcanzar a la pareja, derribó al ciclista, y “le di una patada, y es cuando suelta el celular, entonces ya nos retiramos”.

Tanto Damián como la chica asaltada pensaron que todo había quedado ahí, con el ratero tirado en el suelo. Así que se regresaron a la esquina de Pipila y Eje Vial. Pero apenas habían avanzado unos pasos cuando Damián fue alcanzado con un cachazo en la cabeza de una pistola, al parecer calibre 22.

El golpe no consiguió tumbar a Damián, quien de inmediato se puso a la defensiva y le reclamó al delincuente:

— Andas de ratero y todavía te pones al brinco —le dijo.

Pero la respuesta del agresor fue disparar su arma, dándole un balazo en la pie izquierdo a Damián.

— Sentí como si me hubieran pegado con un martillo en el pie… —recuerda ahora.

Enseguida el individuo se dio a la fuga en su bicicleta deportiva.

La bala le afectó el empeine. Entró y salió, dañando parte del hueso.

Ahora no podrá trabajar por al menos mes y medio. Sin embargo cuando le preguntamos si volvería a actuar igual, como lo hizo al defender a la chica que era asaltada, dice que sí. Confiesa estar cansado de tantos hechos de la delincuencia, y refiere los casos de diversos parientes y conocidos a los que les han robado el auto o han sido asaltados.

EL AGRESOR

Describe a su agresor como de alrededor de 40 años, de complexión mediana, y más o menos de 1:70 de estatura, moreno. Incluso le han informado que se apellida Martínez y que vive en uno “callejón” que se encuentra ahí por área circunvecina al Eje Vial. Le han dicho también que se trata de uno de los asaltantes del sector, quienes acostumbran vivir de esa manera: robando en pleno centro a los transéuntes.

Así que es muy probable que tal sujeto siga asaltando de manera impune, en tanto Damián tendrá que guardar reposo por al menos 45 días, sin saber si podrá volver a caminar como antes.

¿Cómo esperar que la policía actúe y detenga al asaltante si ni siquiera le fueron a tomar una declaración?

La pregunta queda en el aire. La indignación de Damián, también.