Vícam, Sonora.- El jueves por la noche, la hija de Rojo acudió al Ministerio Público para denunciar que su padre, salió a caminar para ejercitarse al amanecer, como hacía todos los días, pero no regresó, en la comunidad yaqui de Vícam, uno de los ocho pueblos que habita la tribu entre los municipios de Guaymas y Cajeme.
Elementos de la Agencia Ministerial de Investigación Criminal (AMIC), de la Fiscalía General de Justicia del Estado de Sonora (FGJE) mantienen operativos de búsqueda, en zona Yaqui, del vocero de la etnia Tomás Rojo Valencia.
Cerca de 20 agentes investigadores, en siete unidades oficiales, de las bases operativas de Vícam, Guaymas, Ciudad Obregón, Abigeatos Ciudad Obregón y Bácum, realizan recorridos en brechas y diversas zonas al despoblado. La búsqueda se realiza a pie tierra, en vehículos y por aire con la utilización de un dron, iniciando en el taste denominado Tiro al Blanco hasta finalizar en el Cerro Prieto, realizando un recorrido, al momento, de 12 kilómetros. Los recorridos, que se realizan desde el pasado viernes en brechas, caminos y veredas, se realizan con apoyo de la Guardia Tradicional Yaqui, este domingo 30 de mayo finalizó a las 13:00 horas con resultados negativos.
También participan, en otros sectores, personal de la Comisión de Búsqueda de Personas para el Estado de Sonora con elementos de la Policía Estatal de Seguridad Pública (PESP) y efectivos de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA).Personal de la Fiscalía de Sonora, con elementos de la Guardia Tradicional Yaqui, mantendrán labores de búsqueda de Tomás Rojo Valencia. Cualquier información sobre su paradero se puede proporcionar al número de Emergencias 9-1-1 o al 080 de denuncias anónimas.
En 2012, Rojo Valencia junto a Mario Luna encabezaron la llamada guerra por el agua en Sonora que se desató cuando el Gobierno del estado anunció la construcción del Acueducto Independencia para llevar agua desde la cuenca del Río Yaqui hacia la capital Hermosillo, de donde actualmente se abastece a más de 300.000 personas.
Debido a su oposición a la obra ambos indígenas fueron acusados de diversos delitos, Rojo tuvo que esconderse en su territorio, mientras que Luna fue arrestado como preso político hasta que acabó el sexenio de Guillermo Padrés, entre decenas de escándalos por corrupción.