Carolina Gómez Rocha busca a su hija desde hace seis años, y hoy una niña que se encuentra en Veracruz se ha vuelto su obsesión, ella piensa que esa infante puede ser Zoé Zulaica, a quien no ha vuelto a ver desde el 27 de diciembre del 2015.

Con los debidos cuidados, Carolina ya habría salido de dudas, pero se ha encontrado con un muro por la decisión del DIF de aquel estado, donde le argumentan que tal encuentro podría ser perjudicial para la infante.

Desde junio de este año que se enteró de la existencia de tal menor, Carolina se inquieto con la idea de que podría ser su hija, y tales emociones solo aumentaron cuando verificó los rasgos de esta niña que, dice, son muy similares a los de la desaparecida.

El caso de Zoé es quizá el más largo y conocido episodio de menores desaparecidos, pues desde su extravío, la madre de ella no ha dejado de buscarla.

Incluso en la Alerta Amber y en las búsquedas digitales que difunde la Fiscalía General del Estado (FGE) se exhiben dos fotos de Zoé, una con su estado físico real de cuando desapareció, y una donde con la magia digital se imitan las facciones que tendría ahora, casi seis años después.

Si a Carolina no la han desanimado los años transcurridos, menos se desalentará ahora que la niña de Veracruz le dio nuevas esperanzas, y fue por ello que convocó a una conferencia de prensa para solicitar a las autoridades locales que hagan lo pertinente con el DIF de aquella entidad para poder entrevistarse con la citada niña.

No se desanima la madre ni cuando le han informado que la menor lleva otro nombre, y además ella misma asegura que fue abandonada por su madre.

Esperemos que luego de la presión mediática de la madre de Zoé, las autoridades del DIF veracruzano entren en razón, y respetando a la criatura en custodia, permitan a Carolina salir de dudas. Ella tiene derecho a saber.