Por cinco años, el padrastro de cuatro hermanas abuso de ellas sexualmente. Las menores no lo denunciaban porque el imputado las amenazaba; sin embargo, cansadas de esta situación y ante el caso omiso que hacía la madre y pareja sentimental del agresor decidieron contarle todo a una vecina, quien de inmediato solicitó el apoyo de las autoridades .
Gracias a esto y luego de reunir los elementos de prueba necesarios, elementos de la Procuraduría General de Justicia (PGJ) del estado de México lo detuvieron.
De acuerdo con la carpeta de investigación correspondiente, desde hace varios años el indiciado comenzó a ejercer el abuso sexual contra las hermanas en diferentes momentos; primero a través de tocamientos y después mediante contacto sexual, en el interior de su domicilio, ubicado en la colonia Arboledas, en la delegación Iztapalapa.
El individuo aprovechaba cuando la madre de las agraviadas dormía o salía a trabajar, para presuntamente cometer los referidos actos. También, enviaba a la tienda o a algún lugar fuera del domicilio al resto de las hermanas y se quedaba en la vivienda a solas con alguna de las menores.
El 28 de mayo fue la última ocasión que se presume que el imputado violó a una de las víctimas, recurriendo a la violencia física y moral, pues le tapó la boca y la cargó para llevarla a una de las recámaras de la casa, donde la agredió sexualmente.
Como resultado de estas acciones cometidas por el hombre, dos de las ofendidas resultaron embarazadas.
Tras la última agresión que sufrió una de ellas, ésta huyó de su domicilio para buscar ayuda y fue así como una vecina le sugirió que se dirigiera a la agencia del Ministerio Público de la Fiscalía Central de Investigación para la Atención de Delitos Sexuales, donde fue atendida proporcionándole los servicios multidisciplinarios que ofrece esta dependencia.
De las diligencias practicadas por el representante social se obtuvieron las entrevistas de las agraviadas, mientras que el área de sicología forense determinó que las víctimas presentan alteraciones en el libre desarrollo de la personalidad, compatibles con las personas agredidas sexualmente.
Con las pruebas presentadas por el representante social, el individuo fue ingresado al Reclusorio Preventivo Oriente, por su probable participación en el delito de violación.
De encontrarse penalmente responsable por estos hechos, el imputado podría cumplir una condena de hasta 25 años de prisión por cada una de las víctimas denunciantes.