El presidente de EE.UU., Donald Trump, ha aprobado este martes los planes para retomar la construcción de dos controvertidos oleoductos: el Keystone XL, que transportará crudo desde Canadá hasta las refinerías estadounidenses, y el Dakota Access, que cruzaría el estado de Dakota del Norte, informan medios locales. Ambos proyectos fueron paralizados bajo el mandato de Barack Obama.
Esta acción, llevada a cabo en el cuarto día de presidencia de Trump, está en la línea de sus promesas electorales que hablaban de dar a la industria petrolera más libertad de expandir sus infraestructuras y crear así empleos, a la vez que reducir las limitaciones en el transporte de crudo.
El oleoducto Keystone SL tiene como objetivo canalizar unos 830.000 barriles diarios de crudo desde la provincia canadiense de Alberta hasta diferentes lugares de EE.UU., incluidas varias refinerías en el golfo de México y un centro de distribución en Oklahoma.
El Dakota Access, un proyecto de 3.800 millones de dólares, pretende llevar diariamente medio millón de barriles de petróleo desde yacimientos de Dakota del Norte hasta una infraestructura ya existente en Illinois.