En la frontera sur de México se viven dos escenarios distintos. Mientras los controles de Migración en la frontera con Guatemala se reforzaron, los estadunidenses comienzan a invadir el Caribe sin restricciones.
Hace unos días el Gobierno Mexicano informó de la extensión en las restricciones al tránsito terrestre no esencial y las medidas sanitarias en la frontera norte y sur se mantendrán, esto con el fin de prevenir la propagación de contagios de COVID-19.
Pareciera que la magia del Caribe desapareció el coronavirus, los turistas pasean sin cubrebocas y sin procurar la distancia entre las personas.
La mayoría de springbreakers vienen de Estados Unidos, Canadá, Francia e Italia, pero también hay venezolanos, cubanos, ecuatorianos, argentinos, colombianos y brasileños, quienes creen que por traer una prueba negativa de Covid ya no corren riesgos y pueden evitar los contagios. Hace unos días fue noticia el hecho de que 44 jóvenes argentinos que vacacionaron en Cancún regresaron infectados de Covid.
Para quienes residen en la zona, todo está bien; les da miedo el Covid, pero aseguran que ya era necesario reactivar su economía, después de un año de resguardo, en donde muchos perdieron empleos y pasaron hambre.
La Secretaría de Turismo estatal refiere que, la ocupación hotelera de toda la región es del 60 por ciento y calculan que llegará hasta el 100 la próxima semana. Quintana Roo se encuentra en el semáforo epidemiológico amarillo; en la entidad se han registrado 20 mil 879 contagios; y en total, han muerto 2 mil 464 personas desde el comienzo de la pandemia.