Ciudad de México. Con escepticismo se tomó en la Cámara de Diputados el anuncio presidencial que dio a conocer los cambios en la Secretarías de Hacienda y de Desarrollo Social. Los coordinadores parlamentarios del PAN, PRD y Morena coincidieron en que “por sí, el cambio de nombres, no representará nada si no se acompañan de cambios profundos en la política económica”.
Rocío Nahle, coordinadora de Morena en San Lázaro, expuso que el cambio en la Secretaría de Hacienda, debe implicar la reducción de gravámenes para la mayoría de la población, porque en ese amplio sector la autoridad fiscal concentra la mayor recaudación de impuestos. Es necesario gravar a la clase pudiente que se beneficia de incomprensibles exenciones fiscales, enfatizó.
La legisladora veracruzana también desglosó la propuesta que presentó su partido para impulsar la austeridad republicana hace un año. Ésta implicaba propuestas de ahorro hasta por 400 mil millones de pesos, que impactaran en los gastos injustificados de la administración federal y de los gobiernos de los estados. “Esta fue una propuesta nuestra, que el resto de las fuerzas políticas ignoró, y hoy es más vigente que nunca”.
Para Francisco Martínez Neri, líder de la bancada del PRD es evidente que para dar un nuevo curso a la gobernabilidad en el país deben sucederse cambios mayores:
“Los problemas del país no se resuelven cambiando de funcionarios y manteniendo la misma política. Más allá de los nombres, lo que se necesita es saber si habrá cambios urgentes como por ejemplo, controlar el crecimiento del déficit, proteger la inversión productiva, cancelar los gastos suntuarios y acabar con los privilegios fiscales”.
Con dureza, el coordinador del PAN, Marko Cortés, advirtió que los cambios en el gabinete “llegan muy tarde”.
Sobre el particular el michoacano acusó que haber colocado a Luis Miranda como secretario de Desarrollo Social, es una abierta señal de que la política social será utilizada con fines electorales. El señor Miranda, insistió, es el operador político de Enrique Peña Nieto.
También, consideró que de no impulsarse cambios radicales en la política fiscal, “México irá para atrás. Si no son de fondos y sólo de forma estos cambios de nada servirán. ¡No vamos a transigir!, y si no funcionan sus cambios les vamos a ganar la elección presidencial en el 2018”.
Por su parte,el coordinador de Movimiento Ciudadano, Clemente Castañeda, consideró insuficiente la sustitución de Videgaray, “y el Presidente aún nos debe una explicación de la visita de Donald Trump, porque no basta con la salida del orquestador” de la invitación a Los Pinos.
Señaló que con los cambios en el gabinete se ratifica la “ineficaz conducción política, el hecho de que el país no se mueve en la dirección correcta y una creciente ingobernabilidad; el gobierno no puede tapar el sol con un dedo o pretender que con los cambios se superará su crisis interna, cuando lo que se requiere es un replanteamiento de toda la política del Ejecutivo”.