La dramática imagen de un niño sirio de apenas cinco años, tras ser rescatado de entre los escombros de un edificio alcanzado por un bombardeo en la ciudad de Alepo, en Siria, estremeció al mundo y mostró una vez más la crueldad de la guerra que destroza desde hace años a la población civil siria.
El pequeño es uno de los tres menores que fueron sacados de entre los escombros del que fue su hogar, en trabajo realizado por civiles, a mano limpia.
El niño, del que se ignora el nombre, aparece a bordo de la ambulancia, con el rostro ensangrentado, mientras espera a recibir atención médica.
La imagen fue tomada por uno de los muchos fotógrafos que cubrieron el operativo de rescate en Alepo.