Alguna vez te has imaginado decir “Feliz día del pene”, celebrar cantando y bailando al son de procesión. Pues sí, hay cientos de personas que celebran “El Kanamara Matsuri” o “festival del Pene” que se celebra desde el siglo XVII, en Japón, cada 15 de marzo, con la finalidad de crear conciencia sobre contraer enfermedades de transmisión sexual.
Cada año, como ya es de costumbre la población de Komaki, talla un pene de 2 metros de largo y medio en madera de ciprés como símbolo representativo para esta celebración.
Es tanta la celebración como si se tratara de la imagen del mismísimo Jesucristo. Este monumento se levanta sobre un palanquín (especie de silla oriental que sirve para llevar a personas importantes) -en este caso el pene tallado-para trasladarlo desde la Tajta Jinja Shrine (la pagoda masculina) y a las Tamahime-no-mikyo Shrine (pagoda femenina).
Las pagodas, son estructuras de más de 5 pisos hechos de madera, que se construyeron con fines religiosos.
Esta singular festividad tiene más de una curiosidad, una de ellas es que este monumento solo puede ser llevado por hombres de más de 42 años, ya que según la tradición es considerada una edad apropiada de fertilidad.
Sin embargo, el tema central de esta celebración -de más de 1500 años-, es el nacimiento y la Renovación de la fertilidad.
Fiesta que con los años ha tomado otro rumbo, para convertirse en un carnaval en torno a miembros masculinos que aparecen por todos lados y en todos los contextos: en tallados de madero (recuerdos) comida o golosinas.
La creatividad de los lugareños se desborda por doquier.Este evento logra reunir a más de 100.000 personas, quienes llegan cada año a la ciudad de Komaki.
Sin duda, los japonenses saben cómo divertirse ya sea el motivo que fuere.