++ Del pasado 7 de octubre al día de ayer 16 de noviembre, se ha cometido en San Luis Potosí un feminicidio cada 8 días, en promedio.
Ese viernes 7 octubre falleció Joana Torres Herrera, de 22 años, a consecuencia de un disparo en la frente que le propinó su pareja sentimental, de nombre José Tito, de 20 años. Estos hechos se suscitaron en el poblado Enrique Estrada, de Soledad de Graciano Sánchez.
Diez días después, el 17 de octubre, se dio un doble homicidio, cuando un hombre acabó con la vida de su amante, una mujer de 35 años; y mató también al hijo de esta, de 16 años, quien pretendió auxiliarla. El móvil de los homicidios se atribuyó a causas pasionales, y fue ejecutado con arma blanca. Los hechos, en un domicilio particular de la comunidad de El Leoncito, en Villa Hidalgo.
Luego, el miércoles 2 de noviembre, se dio a conocer el caso de una mujer que fue incinerada en un camino de terracería del ejido San José del Limón, en Tamuín. En el lugar de los hechos se encontró un garrafón con diesel, además de ropa femenina esparcida en el sitio.
La mañana de viernes 11 de noviembre un ex policía estatal, de nombre Antonio, asesino a una mujer en la colonia Molinos. La víctima fue identificada como pareja sentimental del homicida, quien luego de dispararle a ella también se dio un tiro, muriendo en el hospital un día después.
El miércoles 16 de noviembre, fue asesinado una ama de casa de alrededor de 35 años, a manos, al parecer, de un sobrino al que había dado alojamiento.
Trascendió que al ser expulsado del hogar por drogadicción y compañía de “malvivientes”, el joven habría regresado a robar a la misma casa, donde fue encontrada infranganti por la propietaria, lo cual provocó que el infractor le diera un tiro en la cabeza a su tía, luego de amarrar a una menor de cinco años, hija de la víctima.
Aunque en este último caso el móvil habría sido el robo, el hecho de que el homicida tenga parentesco con la víctima, y de que haya estado implícita una probable venganza, hicieron a la Procuraduría investigar el caso siguiendo el protocolo establecido para feminicidios.
En ese contexto de feminicidios, se encuentra la desaparición de varias mujeres que no han sido encontradas, y de las cuales, por supuesto, se teme por sus vidas.
Los casos más notorios en ese último sentido son los de Cinthia Paola, de la menor Zoé Zuleica, y de la perito de la Procuraduría de Justicia.