Un colectivo de búsqueda de personas, conocido como “Guerreros Buscadores”, dio con un macabro descubrimiento en un rancho ubicado en las afueras de Teuchitlán, Jalisco. Según los reportes, tras recibir una denuncia anónima, el grupo encontró tres crematorios clandestinos ocultos detrás de una verja, donde se hallaron restos quemados, fragmentos óseos y más de 200 pares de zapatos, además de vestimenta y objetos personales.
Los elementos encontrados en el lugar –que incluyen también casquillos de bala y otros indicios– apuntan a que el sitio pudo haber sido utilizado por grupos criminales para eliminar pruebas de desapariciones y perpetrar masacres encubiertas. Se presume que estos crematorios operaban de forma clandestina, aprovechando la vastedad del terreno para ocultar restos y pertences de víctimas del crimen organizado.
La comunidad, consternada por el hallazgo, ha exigido a las autoridades una investigación exhaustiva y la inmediata incorporación de peritos especializados para identificar a las posibles víctimas. Por su parte, funcionarios federales y estatales han anunciado que la Fiscalía General del Estado de Jalisco y la FGR asumirán el caso para esclarecer el alcance de los hechos y vincular a los responsables.
Este inquietante descubrimiento reaviva el debate sobre la violencia y la desaparición de personas en México, dejando en evidencia la urgente necesidad de justicia y la protección de las familias afectadas.
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