Con un sueldo de 22 mil 195 pesos, el gobernador Juan Manuel Carreras López mantiene de “aviador” en la nómina del estado al caricaturista “Pingo”, Alfredo Narváez; quién, a cambio, desde las páginas del periódico Pulso se dedica todos los días a denigrar la figura del presidente de la República.
Pudiera parecer que Narváez Ochoa solo hace uso de su libertad de expresión, pero no resulta así cuando una revisión a su trabajo cotidiano permite ver que es casi monotemático, ensañándose una y otra vez contra AMLO y la 4T, y dando inmunidad a su patrón, el gobernador, a quien no afecta ni con la delicadeza del más mínimo trazo.
El dibujante cae así en una doble deshonestidad, pues engaña a los lectores del citado diario, quienes piensan que están ante un caricaturista crítico; y, al mismo tiempo, defrauda a los ciudadanos potosinos, quienes le pagan por un trabajo que no realiza.
Alfredo Alfonso Narváez Ochoa está adscrito al Centro Cultural “Mariano Jiménez”, dependiente de la Secretaria de Cultura, según se puede corroborar en documentos oficiales disponibles en Internet.
Dicha Secretaría es un enorme aparato de derroche de recursos, y sirve al gobernador Carreras para mantener empleados y aviadores que no retribuyen nada a la sociedad.
El 90 por ciento del presupuesto de esa Secretaría se va en pagos de nómina y desviación de recursos, sin que la cultura potosina, su gente, y sus creadores, obtengan alguna utilidad de la GOBERNADOR POTOSINO PAGA A CARICATURISTA PARA QUE ATAQUE A AMLO
Con un sueldo de 22 mil 195 pesos, el gobernador Juan Manuel Carreras López mantiene de “aviador” en la nómina del estado al caricaturista “Pingo”, Alfredo Narváez; quién, a cambio, desde las páginas del periódico Pulso se dedica todos los días a denigrar la figura del presidente de la República.
Pudiera parecer que Narváez Ochoa solo hace uso de su libertad de expresión, pero no resulta así cuando una revisión a su trabajo cotidiano permite ver que es casi monotemático, ensañándose una y otra vez contra AMLO y la 4T, y dando inmunidad a su patrón, el gobernador, a quien no afecta ni con la delicadeza del más mínimo trazo.
El dibujante cae así en una doble deshonestidad, pues engaña a los lectores del citado diario, quienes piensan que están ante un caricaturista crítico; y, al mismo tiempo, defrauda a los ciudadanos potosinos, quienes le pagan por un trabajo que no realiza.
Alfredo Alfonso Narváez Ochoa está adscrito al Centro Cultural “Mariano Jiménez”, dependiente de la Secretaria de Cultura, según se puede corroborar en documentos oficiales disponibles en Internet.
Dicha Secretaría es un enorme aparato de derroche de recursos, y sirve al gobernador Carreras para mantener empleados y aviadores que no retribuyen nada a la sociedad.
El 90 por ciento del presupuesto de esa Secretaría se va en pagos de nómina y desviación de recursos, sin que la cultura potosina, su gente, y sus creadores, obtengan alguna utilidad de la misma.