+ MORIBUNDA, DIO PISTAS DE QUIÉNES PUEDEN SER SUS ASESINOS

+ LE DISPARARON EN EL VIENTRE, AL PARECER PARA MATAR AL BEBÉ

+ EL HOMICIDA LE APARTÓ UNA CITA, SE HIZO PASAR POR PACIENTE

Hace más de tres semanas, la hoy fallecida dentista Erika Muñoz Villaseñor recibió la visita de un sujeto que haciéndose pasar por un paciente acudió hasta su consultorio de la calle Bonifacio, en el fraccionamiento San Pablo, de esta capital potosina.

Ese hombre, que le solicitó una cita, y luego simuló presentarse por una consulta médica, aprovechó un descuido de Erika para robarle su teléfono celular. En esos momentos la profesionista no podía imaginar que este hurto era ya, al parecer, parte de un plan para asesinarla.

Pero si hoy ese pequeño despojo forma parte de las investigaciones de la Policía Ministerial se deben a algunas breves palabras que, ya a punto de fallecer, la víctima le refirió a su madre.

Fuentes cercanas a la investigación criminal confirmaron a LA ROJA que, en efecto, la madre y vecinos de la dentista todavía la alcanzaron a ver con vida.

Algunos de esos mismos habitantes de la citada calle declararon haber visto la huida del criminal después de escuchar el estruendo de las balas. Lo vieron brincar la reja de salida, ya que, por seguridad, Erika recibía sus visitas y enseguida cerraba el barandal de la entrada.

Al parecer, y de manera comprensible, nadie intentó detenerlo, y el infractor abordo una unidad y se perdió entre las calles.

A pesar de que por adelantado los medios refirieron ese mismo día del homicidio que se trató de un asalto, las primeras evidencias dejaron descartada tal hipótesis, ya que el victimario de la mujer no se llevó nada consigo.

De esa forma, la investigación tomó otro cauce que ya había sido anunciado por la fiscalía, y que se relaciona con un posible móvil vinculado con la vida personal de la fallecida.

En ese contexto, es investigada una relación personal que la dentista tuvo con una pareja sentimental, quien sería el padre de la criatura que llevaba en su vientre y ya con más de seis meses de gestación.

La relación que en todo esto tiene el robo del celular no se sabe con precisión. Quizá fue para extraer de él información que requiriera el autor o autora intelectual de una posible venganza personal.

Lo cierto es que, sobre esa primera visita del desconocido, no se ha informado si se trató del mismo hombre que mataría a la especialista bucal el miércoles 17 de octubre.

Pero si bien no se sabe se haya tratado o no del mismo hombre, ambos incidentes están ahora relacionados por palabras de la misma víctima. Al respecto, algunos testigos relataron los últimos momentos en la vida de ella, los cuales pueden llevar a la captura de los autores del crimen.

Vestida aún con bata de trabajo, y con un cubre bocas sujeto a la barbilla, Erika alcanzó a decirle a su madre que el ataque sufrido tenía relación con el del robo de su celular, circunstancia que ya antes le había comentado y confirmando así que tal incidente estaba relacionado con su agresor.

Con cuatro balazos en su cuerpo era muy difícil que la mujer y su bebé sobrevivieran, a pesar de los primeros auxilios y de que su desesperada madre le pedía que resistiera eso no fue posible y momentos después expiró.

A esta segunda línea de investigación en cuanto a las relaciones personales que mantenía la odontóloga, se refirió de una forma implícita el subprocurador de procedimientos jurisdiccionales Aarón Edmundo Castro en una conferencia de prensa que ofreció, aunque sin proporcionar más datos.

Así, de manera solo extraoficial y con las reservas del caso, se sabe que hay indagaciones en torno al círculo familiar de quien sería el padre del bebé que llevaba en su vientre.

Hasta donde se han informados los agentes investigadores por medio de declaraciones de familiares y amigos de la víctima, dicha relación sentimental terminó hace tiempo. Al enterarse que él era casado y se lo había venido ocultando, ella finiquitó el compromiso, refirieron.

No obstante, los mismos declarantes relataron que con tal persona Erika seguía teniendo algo de comunicación, pues él se había responsabilizado de los gastos generados por el embarazo y las visitas al médico de ella.

Sin presumir culpabilidad alguna de nadie, las autoridades centran sus investigaciones en interrogatorios relacionados con esa pareja, su esposa, y demás personas cercanas a tal núcleo familiar.

Con esas averiguaciones, los investigadores de la Fiscalía esperan obtener alguna pista que les lleve al autor o autores materiales y/o intelectuales de este homicidio que ha tenido un fuerte impacto en la opinión pública potosina.

A Erika Muñoz Villaseñor le sobreviven dos hijos que tuvo en un anterior matrimonio, y su ex esposo, padre de los niños, con quien, al decir de testigos, mantenía una buena relación, centrada en el bien de estos hijos que procrearon juntos.