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+ “LA ESPOSA DEL GOBERNADOR NOS DIJO: ´VAYAN MEJOR A HACER ORACIÓN”

+ TORANZO Y SU ESPOSA SABEN QUÉ PASÓ, “PERO LO ESCONDIERON”.

Estamos en Moctezuma, SLP, un municipio con alrededor de 20 mil habitantes, ubicado al oeste del estado, y a una hora de la capital potosina.

El sitio está lleno mujeres y hombres de blanco, cubiertos hasta la cabeza, y con sombreros campiranos para protegerse del sol, con tapabocas y guantes trabajan rescatando restos humanos de fosas clandestinas.

Una de esas peritas de la Fiscalía General del Estado (FGE) muestra a la cámara un recipiente de aluminio y malla, donde yacen fragmentos de huesos de alguien que fue enterrado en estos solares.

Otro experto comenta: “Hemos identificado fragmentos de huesos largos de las extremidades inferiores, y de cráneos, y los demás son partes muy pequeñas que necesitan un análisis muy profundo”.

Explican también que los sicarios de la delincuencia organizada abrían fosas que podrían ser de 30 hasta 70 centímetros, arrojaban ahí los cuerpos, les rociaban diésel, y enseguida les prendían fuego.

Huesos, cenizas, y algunos pequeños objetos dispersos es todo lo que queda de esos seres humanos, desconocidos hasta el momento, pero que en alguna parte siguen siendo extrañados por sus conocidos, familiares, u otros seres queridos.

Como le ocurre al ciudadano potosino Guillermo Gámez Castro, quien acompaña la búsqueda, esperando saber de su hijo.

“VEÍA UN HUMADERO, Y ME DECÍAN QUE ERA BASURA QUEMADA”

“Mi nombre es Guillermo Gámez Castro. A mi hijo, Moisés Gámez Castro lo desaparecieron en octubre del 2009.

“Ellos son muy conocidos en San Luis Potosí como ´los muchachos de Toranzo´, porque anduvieron en la campaña de Toranzo.

“Por mi trabajo de ese tiempo, yo pasaba por aquí por las vías, y veía el humadero, y me bajaba a preguntar que qué era ese humadero, y me decían que era basura quemada, pero la gente estaba muy asustada, porque en ese tiempo había mucha gente mala.

“Y ahorita sí nos da tristeza andar en estas búsquedas, porque hasta dónde hemos llegado en este país, verdad, hasta dónde.

“Decían que en San Luis Potosí no pasaba nada, que no había nada, y todos los hallazgos que hemos encontrado aquí.

“Yo pertenezco al Colectivo ´Voz y Dignidad por los Nuestros´, y ahorita lo que queremos la mayor parte de los colectivos es reunirnos todos, porque ya somos bastantes en el país.

“Reunirnos todos y exigirle al gobierno que se acabe esto, porque no se acaba, siguen, siguen las matanzas, diario vemos…bueno, ustedes como prensa lo saben.

“Ese es el propósito, bueno, al menos yo lo pienso, y yo creo que algunos colectivos también ya lo piensan: en unirnos todos, porque ya somos bastantes aquí en el país; entonces qué, pararnos y decirles quiúbole, ¡hasta aquí, por favor!

“¿Qué va a pasar, qué país le vamos a dejar a los nietos, a los hijos?, este es un desorden, un desastre, una desgracia ya para el país.

“Y no es posible, que sigamos viviendo en esta forma. A ver, ahorita andar en esto, lo insalubre que andamos aquí, aquí hay víboras, hay animales de diferentes clases, y aquí andamos, y si no lo hacemos, pues nadie lo va a hacer.

“VAYAN MEJOR A HACER ORACIÓN”

— ¿Fueron con Toranzo? ¿Él no les ayudó? —se le cuestiona.

“No, para nada. Se escondió.

“Tuvimos varias entrevistas con él, pero luego se escondió. Nunca nos dijo nada.

“La esposa nos dijo: ´vayan a hacer mejor oración”

“A mi hijo lo desaparecieron en octubre (del 2009). Y nosotros tuvimos varias entrevistas con la esposa de Toranzo (María Luisa Ramos) en diciembre, ahí en el DIF.

“Primero, de un día para otro nos dijo ´el miércoles les tengo noticias de qué pasó y todo.

“Yo sé que sí saben qué pasó, pero lo escondieron”.

SOLO UN CASO

El de Guillermo Gámez Castro es solo un caso, pues tan solo en la zona del Salitral y Jesús María se han localizado cerca de 30 fosas clandestinas.

Incluso se piensa que en esta misma zona se pueden encontrar indicios sobre qué les ocurrió a 48 pasajeros de un autobús que desapareció en marzo del 2010.

Hoy los expertos levantan los restos de esa masacre que empezó a ocurrir en ese ejido llamado “Matanzas”, por ironías de la vida.

Con todo ello levantarán muestra genéticas, con el fin de ir identificando a quienes fueron asesinados y/o enterrados aquí.

Los familiares de muchas de esas víctimas acompañan la búsqueda, quieren saber qué ocurrió a sus seres queridos, como es el caso de don Guillermo.