La peor oleada de inseguridad que se haya vivido en la historia moderna, la siguen padeciendo los potosinos; los de a pie, aquellos que día a día trabajan con esfuerzo para mantenerse y lograr su patrimonio de manera honrada.
Diariamente los ciudadanos son víctimas de robos y asaltos ante una autoridad adormilada que solo atina a decir que se está trabajando; empero los resultados positivos pocos muy pocos los ven.
Para muestra un botón…
Un ciudadano que se gana el pan diario honesta fue víctima de un asalto; con alevosía y ventaja un grupo de delincuentes lo despojaron de más de 400 mil pesos en efectivo en el exterior del Banco Banorte de Plaza Tangamanga.
En total eran 460 mil pesos que llevaba en una mochila, dos hombres armados lo encañonaron y lo obligaron a entregarles todo, pidió auxilio minutos después del atraco pero como siempre sucede los responsables pusieron pies de polvorosa hasta perderse.
Diariamente se escriben este tipo de historias; de aquellas personas que son víctimas de una delincuencia en aumento; a pesar de la poca cultura de la denuncia no por la falta de tiempo si no por decepción y la pérdida de credibilidad en las autoridades; hoy este ciudadano valiente se encuentra frente a una mesa del Ministerio Público exponiendo lo ocurrido.