n la mañana de este 1 de abril, el viceministro de Atención Integral en Salud de Ecuador, Ernesto Carrasco, informó a los medios de comunicación locales que hasta el momento se reportan 2748 personas contagiadas con coronavirus y 93 fallecidas.
Asimismo, indicó que otros 3.200 casos se mantienen bajo sospecha. El 68 % de los fallecimientos, se constataron en la provincia de Guayas (suroeste), aunque hay otras diez afectadas: Pichincha y Los Ríos, con cinco cada una; El Oro, cuatro; Santa Elena, tres; Cañar, dos; y Azuay, Cotopaxi, Imbabura, Manabí y Sucumbíos con uno cada una.
Los centros hospitalarios y funerarias de dicho país ya comenzaron a colapsar, y según reporta la prensa de Ecuador, muchas personas están muriendo en sus casas a causa de este virus. El periódico El Universo, indicó que varios de estos fallecidos tienen más de cuatro días y que ya están en estado de descomposición, ya que sus familiares siguen esperando a que los cadáveres sean retirados por Medicina Legal.
Ante esta situación, el presidente Lenín Moreno, se vio en la necesidad de conformar una fuerza de tarea conjunta para poder enterrar a todas las personas fallecidas.
Ante esta difícil situación que arropa al mundo, los comunicadores sociales continúan en las calles haciendo su trabajo, como el periodista ecuatoriano Carlos Julio Gurumendi del medio RTS, canal abierto de televisión más antiguo de ese país, quien se fue hasta la parroquia Chongón, ubicada en el centro de Guayaquil, para desde allí reportar la situación que se vive en el sector.
Gurumendi protegido con tapabocas y guantes, comenzó a hablar escuchando de fondo las campanas de una iglesia, pero a los pocos segundos se derrumbó y comenzó a llorar. “Con el replique de las campanas ha iniciado en todas las iglesias católicas el pedido a Dios para que cubra con su manto…”, intentaba reportar el periodista.
Tras detenerse por unos segundos, el profesional de la comunicación retomó la transmisión y manifestó estar en vivo y directo, y pidió a los televidentes quedarse en casa.
Circulan en redes sociales videos de personas callendo muertas en la calles de Ecuador, en donde minutos después la misma gente les prende fuego a sus cuerpos ante el colapsado sistema funerario que deja sin palabras a cualquiera.