El alcalde de la capital, Francisco Xavier Nava Palacios, y el director general de Seguridad Pública Municipal, Édgar Owsaldo Jiménez Arcadia, tienen a la corporación convertida en un riesgo de contagios por Covid-19, según se quejaron miembros de la misma en redes sociales.
Manolo Balderas Ochoa, quien forma parte de la DGSPM, publicó en su perfil de Facebook: “los compañeros se están infectando por contacto de otros y los cuales pueden ser asintomáticos, pero aquellos que inician con una gripe o lo usual para SERVICIOS MÉDICOS MUNICIPALES solo les dicen tome esto y basta a seguir trabajando, hoy se encuentra un Compañero hospitalizado después de insistir en 15 días que se sentía mal y con altas probabilidades de COVID”. Agrega la publicación que se necesita un tanque de oxígeno para la persona contagiada.
En los comentarios de la publicación, compañeros y compañeras de Balderas Ochoa secundaron su queja contra Servicios Médicos y los jefes en el ayuntamiento, comenzando por Xavier Nava: “desgraciadamente nosotros tenemos la culpa, jefe, porque no exigimos nuestros derechos y al que los exige los mismos mandos y la tropa les pone dedo, según ellos para estar protegidos”.
Otro comentario iba en el sentido de que existe trato preferencia en la misma corporación: “y el personal que trabaja con el presidente, a ellos sí los atendieron y los mandaron casi 20 días de incapacidad, ¿y nosotros por no tener linaje somos los apestados?, que mala onda compañero, pero no es el único hay más todavía”.
Otras quejas fueron en el sentido de que cuando los agentes acuden al servicio médico, con síntomas de Covid-19, únicamente les recetan paracetamol y los regresan a trabajar: “tiene que llegar uno casi muerto para que den el servicio de especialidades, mientras la enfermedad avanza”.
Desde hace varias semanas se dio a conocer que había un brote de Coronavirus en el ayuntamiento, tanto en la Unidad Administrativa Municipal como en la corporación y las delegaciones, a pesar de ello, Recursos Humanos obligó a los trabajadores a seguir laborado e incluso impuso guardias los fines de semana sin importar la poca actividad en las oficinas, lo cual, solamente sirvió para ponerlos en riesgo.