+ “FUE UN MONTAJE”, SEÑALAN USUARIOS DE LAS REDES SOCIALES

+ “ERA PARA LOS TACOS DE LOS ACARREADOS DE OCTAVIO”, COMENTAN

Una cabeza de cerdo dentro de una hielera coronó la serie de incidentes fallidos de guerra sucia implementada por el equipo de Octavio Pedroza Gaitán.

Esa extremidad de marrano, denunciada por el mismo candidato de PAN-PRI-PRD-PCP, vino a terminar como sabrosa botana en las redes sociales, donde festinaron el hecho con graciosas ocurrencias.

“¡Mal agradecidos!, es para un pozolito por tanto que están trabajando”, dijo Juanis Mendoza; “ah, que la chingada, era para los tacos de los acarreados de Octavio Pedroza”, comentó Josefina Moreno; y “para que se hagan unas carnitas para la cruda”, repuso Lucy Villagrán.

A Mujeres y hombres por igual que opinaron sobre el tema nos les mereció la más mínima seriedad el incidente que fue calificado como un montaje de los colaboradores de Pedroza Gaitán.

Jose M. apuntó a ese respecto: “Ese fue un montaje de ellos mismos”.

Y razonó en tal sentido: “No es posible hacer eso en la zona de Lomas por que cuentan con sistemas de cámaras de seguridad y al momento detectan cualquier movimiento sospechoso”.

E incluso compartió una experiencia personal: “Yo una vez en busca de trabajo acudí a una dirección en Lomas, pero estaba equivocado, y al momento me detectaron y llegó una patrulla, y todo porque toqué el timbre para preguntar”.

En el mismo sentido comentaron otros usuarios de las redes: “Qué raro y la dejaron dentro de la misma casa o sea traían llaves”.

Aunque la mayoría fueron burlas, otros acompañaban tales comentarios con opiniones de que son actos desesperados por un candidato que ya se siente perdido.

Así, uno de tantos comentarios en ese sentido fue el de Miguel Bautista: “Ya no hayan como hacerle para subir en la preferencia del voto. Gente, no se dejen engañar, es una nueva estrategia del PRIANPRD para hacerse las víctimas”.

En un estado y una capital donde a diario se reportan cadáveres o hasta decapitados, una cabeza de cerdo es risible, y más cuando la forma en que apareció deja muchas dudas.

Pero también tal reacción de los ciudadanos tiene que ver con una serie de actos desesperados en que el candidato y su equipo han venido cayendo.

Unas horas antes de que apareciera la citada hielera, Salvador García Soto, un columnista de El Universal, había difundido en su cuenta de Twitter con docenas de miles de seguidores un video falso, manipulado, para relacionar al Pollo Gallardo con cuestiones de armas.

Ante lo burdo de ese otro montaje, que fue denunciado como falso por la misma gente y luego por el candidato Gallardo Cardona, García Soto se vio en la necesidad de borrarlo, quedando en ridículo y evidenciado.

Unas 24 horas antes, también había causado gran revuelo de críticas a Pedroza por tomarse una foto junto al ex gobernador priista Fernando Toranzo, quien salió del gobierno en el 2015 acusado de graves actos de corrupción junto con su familia.

Los más furibundos con eso fueron los correligionarios panistas de Pedroza, por eso hubo quienes incluso señalaron que lo de la cabeza de cerdo trató de ser una cortina de humo para acallar tales críticas de los mismos simpatizantes del candidato de la coalición de derecha.

Y apenas también el fin de semana pasado, se dio a conocer en diversos medios que Pedroza posee una fortuna de cientos de millones de pesos (en una cuenta bancaria de al menos 132 millones de pesos y en más propiedades) que no puede justificar con los empleos que como servidor público ha tenido.

Asimismo difundió un encuentro con los ex mandatarios del PRI, lo cual también le generó ataques de uno y otro bando, pues se trata de personas que cuando fueron gobernadores decepcionaron a la población y dejaron el cargo entre serias acusaciones de corrupción e ineptitud.

Todos esos hechos, y otros que sería muy largo relatar, fueron creando un contexto de perdedor a Octavio Pedroza, y de ahí que una supuesta amenaza con una cabeza de cerdo solo vino a coronar de manera simbólica el estado de ánimo perdedor que se ve con los prianistas.

Esa cabeza de cerdo reflejó el cochinero que traen en la cabeza, y convirtió al candidato del combo en el “hazme-reír”. Cosa que ya no era muy difícil, luego de los spots de campaña que ha grabado junto a Enrique Galindo Ceballos. Y que son una muestra de humor involuntario, incluso retomado por medios nacionales por lo chusco de las actuaciones y las anécdotas que escenifican.