+ DE LA JULIÁN CARRILLO Y COLONIAS ALEDAÑAS SE QUEJAN: LA POLICÍA NO INTERVIENE
+ VENTA DE DROGA AL MENUDEO HACE MÁS PELIGROSA ESA ZONA
Hartos. En palabras de ellos mismos y más bien dicho: “Hasta la madre”. Así están los vecinos de la colonia Julián Carrillo ante los grupos de pandilleros que de un momento a otro suelen volver muy peligrosas e intransitables algunas de las calles de esa zona. Sobre todo los fines de semana, y por la noche.
Esa situación de zozobra, peligro, inseguridad, y de consecuentes quejas de ciudadanos, volvió a vivirse ayer domingo 26 de marzo, cuando fue protagonizada una riña entre dos bandas, sin que al parecer se hicieran presente de manera oportuna patrullas de corporación policíaca alguna.
Este última pleito campal entre dos bandas de pandilleros rivales duró más de una hora, y desembocó también en detonaciones de armas de fuego, el lanzamiento de petardos y piedras; y la quema de una motocicleta. En la bronca masiva participaron más de 100 pandilleros, según los reportes que se dieron en el momento por algunas fuentes policiales extraoficiales.
Dentro de este ambiente, es evidente que en medio quedan los pobladores de esa parte de la ciudad, así como los transeúntes que se aventuran por las calles de tal colonia. Por lo regular, no faltan los daños en vehículos y propiedades de los vecinos; en este caso les tocó a los de la calle Espinoza y Cuevas cerca de Parrodi.
Tan “hasta la madre” están de esos grupos pandilleriles, que hay colonos que piden en redes sociales que las corporaciones policíacas no intervengan, para que así “esas lacras” se matan entre ellas. Pero esa peregrina “solución final” tiene más inconvenientes que ventajas, pues la ausencia de policías solo dejaría solos, y más inermes, a los ciudadanos que habitan las citadas calles.
Una de las vecinas afectadas con este último pleito se comunicó a La Roja para informar de daños hechos en su vivienda: “Mi puerta me la destrozaron. Llegaron patrullas y quise poner denuncia. Pero me dijeron que ellos solo venían a calmarlos, y que ese tipo de demandas no proceden”.
La misma denunciante resaltó que se trata de un problema recurrente de inseguridad al agregar: “Pero no solo fue hoy. Ayer el pleito empezó a las 11 (de la noche) y acabó 4:30. Es injusto que ayer, en todo ese tiempo, ni una sola patrulla. Es tiempo que hagan algo”.
Estos afectados se quejan también de que en muchas ocasiones los patrulleros sólo aparecen para “calmar” a tales jóvenes. Con lo cual parece urgir en dichas calles un seguimiento puntual de tipo penal contra quienes en tales grupos pandilleriles se dedican a delinquir; pero también programas sociales con que se puedan buscar alternativas de fondo a la problemática social.
Entre las pandillas que actúan en la citada zona se encuentran los denominados “Antrax”, y “Los Ponis”, dos de tales grupos que ya se encuentran mencionados en demandas penales contra algunos de sus miembros. Muchos de tales “buenos muchachos” (para sus familias) andan apenas en la adolescencia, y los demás en un rango de entre 18 y 25 años, más o menos.
Es evidente que la solución no debe pasar solo por la mayor vigilancia en las calles y el seguimiento e investigaciones de los delincuentes de estas pandillas; sino también de un programa integral de seguridad e integración social de tales grupos de jóvenes, es decir, de políticas públicas que ayuden a la solución de los conflictos que se generan en la colonia Julián Carrillo y las demás colonias aledañas.
Otro punto que vuelve de más riesgo tal parte de la ciudad es el corredor de venta de droga al menudeo que se da en al menos tres de esas colonias que se encuentran juntas, entre estas la Santa Fe, San Luis Rey, Julián Carrillo, o “Centenario”.
Eso último también ha sido comentado y denunciado en las redes sociales por los cibernautas y vecinos; y es del conocimiento común, por supuesto, de las autoridades y corporaciones policiales.