Mientras que en el ayuntamiento de la capital los directores de área se preocupan por el año de Hidalgo, en las oficinas ya no hay quien resuelva las necesidades de la población.
San Luis está convertido en una ciudad sin ley, ya que la actual administración está más preocupada por limpiar el mugrero que existe en las distintas áreas, la administración entrante no puede hacer nada aún.
La Unidad de Gestión del Centro Histórico es un claro ejemplo de esa situación, ya que pese a las múltiples denuncias que existe de parte de los comerciantes establecidos para que se ponga orden al ambulantaje, en este momento ya no hay personal que los atienda.
José Luis Chalita Manzur dijo que la Unidad de Gestión del Centro Histórico siempre fue un “elefante blanco” ya que nunca pudo realizar un trabajo al menos decoroso en el centro de la ciudad, el cual está destrozados, sucio, grafiteado, con drenajes colapsados, sin seguridad, entre otras muchas cosas que impidieron su reactivación económica.
“En ese sentido todo lo que se ha hecho para reactivar la economía ha sido por parte de nosotros los comerciantes establecidos”.
Dijo que una de las últimas medidas para dar solución a sus problemas, fue la se creación un chat entre los comerciantes y autoridades municipales, pero lamentó que ni así tienen respuesta a sus peticiones ya que nunca se atienden los reportes.
En conclusión aseguró que la Unidad de Gestión solamente significó un gasto inútil ya que nunca dio resultados.
Por su parte Jessica Yanteh Gutiérrez Lara integrante de la organización “Jóvenes de Heroínas Mexicanas” acusó a la Unidad de Gestión del Centro Histórico de actuar con favoritismo hacia un cierto grupo de comerciantes ambulantes, “estaban con quien les daba el ‘moche’, el que les diera dinero, quienes, no están con ellos los mandaba molestar y reprimir manda a que nos hostigaran sus inspectores”.
Destacó que incluso varios de los agremiados fueron agredidos físicamente en diversas ocasiones por lo que al final no dudó en enviar un recordatorio familiar a Rocio Zavala y a al encargado de despacho, un sujeto de nombre Juan de Dios.
Por su parte de los locatarios del mercado Hidalgo aseguraron que la Unidad de Gestión del Centro Histórico no sirvió para nada, y prueba de ello es la falta de seguridad, al grado que después de las ocho de la noche da miedo andar por el centro de la ciudad.