+ FUE ASESINADO EN MUÑOZ Y PAPAGAYOS EL MARTES 27 DE JUNIO
Han pasado tres días desde que fue asesinado un joven en la avenida Muñoz y la calle de Papagayos, al parecer a manos de policías ministeriales que buscaban a integrantes del crimen organizado.
Horas antes, esos miembros del crimen organizado habían disparado ráfagas de metralleta contra el domicilio de familiares de un comandante de la Policía Ministerial del Estado (PME).
En la búsqueda de los delincuentes, se implementó un operativo que no arrojó ningún resultado contra los maleantes, pero que sí dejó como “víctima colateral” el asesinato de un joven a manos al parecer de agentes ministeriales.
Desde un primer momento se supo que las víctimas eran totalmente inocentes (el joven iba a acompañado de otra persona de la que no se tienen más datos, al parecer se trata de una mujer), y que habían caído confundidos con delincuentes.
Los primeros reportes indicaron que la pareja fue interceptada en su vehículo por policías ministeriales al parecer encapuchados, quienes les marcaron un alto y dichos jóvenes no se detuvieron por miedo o incluso pudieron haber tratado de huir.
El primero en reconocer la probable responsabilidad de tales agentes fue el Procurador, que en una entrevista aceptó que se investigaba el caso y la probable responsabilidad de agentes bajo su responsabilidad.
Y hoy el director de la Policía Ministerial aceptó lo mismo: que se está investigando.
Pero todo parece más a un alargamiento de la investigación, o un posible encubrimiento de los responsables, o al menos a un trato privilegiado, pues en otro caso ya se hubieran determinado resultados.
¿Hasta dónde llega la responsabilidad de los agentes involucrados en el crimen? ¿Hasta dónde tendrán que afrontar sus jefes, el procurador y el director de la Ministerial, las consecuencias?
El abuelo y otros familiares del joven victimado están demandando justicia. No es el primer caso que ocurre en San Luis Potosí. No son las primeras víctimas civiles que caen asesinadas, confundidas por policías abusivos e incompetentes.