Apenas acaba de realizarse el sepelio de Viviana, joven profesionista que fue secuestrada y asesinada, y ya la sociedad potosina se enfrenta a dos nuevas víctimas inocentes, las cuales perecieron ayer en un taller mecánico: el propietario, quien tenía 37 años y deja esposa y tres hijas pequeñas; y un menor de edad, 17 años, que casualmente se encontraba en el sitio.
El doble homicidio ha conmovido más a la sociedad por tratarse, según quienes los conocieron, de dos hombres decentes, honorables, queridos por su comunidad.
Horas después del crimen contra José Guadalupe y César Eduardo, empezaron en las redes sociales las muestras de condolencia, de pesar, y de reclamos de justicia a causa de la inseguridad que se está viviendo, sobre todo porque las víctimas están siendo personas inocentes, quienes a pesar de llevar una vida honrada terminan pagando con su sangre y el dolor de sus familiares.
Ese fue el caso de Viviana, de las mujeres que hoy se encuentran desaparecidas, y de las dos personas que fallecieron en el taller de Villas de San Lorenzo, en Soledad.
Sobre todo es el caso de César, de 17 años, quien se ha informado estaba en el taller viendo lo de alguna pieza de refacción cuando llegaron los delincuentes. Estos interrogaron a José Guadalupe sobre una lujosa y ostentosa camioneta Hummer que le habían dejado algunos clientes. El dueño del taller no supo o no quiso darles datos, y fue baleceado, falleciendo ahí mismo. En el caso de César parece aún más lamentable su circunstancia, pues aparentemente ignorando todo fue asesinado con un tiro de bala en la cabeza.
Unas horas después de conocerse la tragedia que enlutó a dos familias, las muestras de inconformidad y duelo tomaron cauce en las redes sociales.
Fue el caso de Juana Griselda, quien expresó: «Ay, no, que tristeza, José Guadalupe era una gran persona super trabajadora y noble, no es justo…iba a cumplir años dentro de dos días…Las personas que lo conocimos sabíamos como era y era totalmente inocente».
En una línea también de lamentación, pero a pesar de ello, con mensajes positivos, Remigio Marentes, pariente de una de las víctimas, escribió: «Hoy a mi familia entera le digo que tengamos fuerza y roguemos a dios porque a quien nos gobierna le de la voluntad de actuar y lo llene de gente capaz de sacar a nuestro San Luis adelante». Y refiere: «Hoy en nuestra familia fuimos alcanzados por esto, que pensamos no nos sucedería, los daños colaterales de la inseguridad están con nosotros, solo les digo a todos que dios nuestro señor nos proteja».
Otros espacios, además de remarcar el trabajo y la honradez de José Guadalupe, hicieron hincapié de la religiosidad de este, al consignar: «José Guadalupe era cristiano y se ganaba la vida en su taller; deja tres niñas huérfanas de 2, 9, y 16 años…era compañero de la iglesia donde predica el general Gutiérrez», esto último en referencia al Secretario de Seguridad Pública, Arturo Gutiérrez García.
Claudia Orellano hizo referencia a la camioneta Hummer, que al parecer fue la causa de la visita de los maleantes al taller mecánico: «Que tristeza. Yo vi esa hummer hace días ahí en la avenida y pensé que era muy raro que un coche de ese tipo anduviera en las colonias jodidas de por acá».
Janice Ivonne, indicó sobre César: «El era un joven trabajador y muy buen hijo desgraciadamente estuvo en el lugar equivocado y deja a toda nuestra familia destrozada».
Todo los comentarios anteriores compaginados con otros donde se expresan múltiples críticas a las autoridades policíacas y de gobierno, tanto del nivele estatal como municipal.