La permisividad de las autoridades capitalinas pese al semáforo amarillo y la nula vigilancia policial derivó en una tragedia la madrugada de este domingo luego de que una fiesta callejera se transformara en una riña en grande en la colonia Simón Díaz.
El convivio se desarrollaba con toda normalidad, como es una costumbre las bebidas embriagantes y estupefacientes comenzaron a correr a raudales.
No obstante grupos pandilleriles antagónicos o bien jóvenes que ya venían sosteniendo añejos problemas se olvidaron del festejo y comenzaron a lanzarse toda clase de objetos.
En determinado momento se escucharon varias detonaciones, generando que tres masculinos resultaran lesionados.
En este sentido se informó que uno de los baleados falleció al llegar al Hospital Central, mientras que los otros dos jóvenes que están en calidad de desconocidos “la libraron”.
En el lugar se localizaron casquillos percutidos calibre 45, por lo que fueron recolectados por personal de Servicios Periciales de la FGE para ser integrados a la carpeta de investigación.