– GABINETAZO DE DIEZ

– LOS FANTASMAS DEL PROCU

Los potosinos tenemos un gabinete de seguridad pública con calificación de diez. Eso al menos es lo que los funcionarios de tal equipo de gobierno se ponen cuando les preguntan.

Arturo Gutiérrez García, el general venido a jefe de la policía estatal, se adjudicó tal promedio cuando la diputada Graciela Gaitán le preguntó cómo se evaluaría él mismo.

La respuesta deja ver que el tal ex militar no se complica con la realidad, y vive en su propio mundo.

Por su parte, el secretario general de gobierno, Alejandro Leal Tovías, nos ha propuesto un vocero para que nos informe de lo que está pasando, como un intento de contrarrestar la mala calidad de la información que circula por redes sociales, con algunas excepciones, como La Roja, por supuesto.

También llegó a la comparecencia del Congreso con las manos vacías, y reconociendo, él sí, la descomposición que impera respecto a la seguridad pública.

No obstante prefirió también no aceptar la plena responsabilidad de tal situación, y dijo que los problemas venían de fuera, de Tamaulipas.

Y a su lado tenía al ya citado general Gutiérrez, quien estuvo en aquella entidad, y fue desalojado del cargo por las mismas razones que muchos aquí piden que se vaya.

Se dice que la salida de maleantes de un estado a otro se trata de un “efecto cucaracha”, pero no son solo delincuentes los que salen, también funcionarios incompetentes.

Las manos vacías del secretario general… porque tuvo que admitir que los casos criminales de gravedad son muchos, y la cantidad de detenidos y procesados es nula.

Dijo que detuvieron a algunos por los hechos de Ciudad del Maíz, y de algún otro municipio cercano, pero el Poder Judicial les dejó libre.

Por supuesto, si las aprehensiones no se llevan conforme a derecho se les violan sus garantías procesales a los detenidos y tienen que salir en libertad, aunque sean culpables.

La responsabilidad es en esos casos la Policía Ministerial, de la Procuraduría de Justicia, no del nuevo sistema penal.

Y el procurador…ah.. el notario Federico Garza Herrera elevado a procurador del estado, era previsible, tuvo en su comparecencia a familiares de los desaparecidos.

Muy “desaparecidos”, en apariencia, pero que le han hecho cometer uno de los peores errores de su gestión: decir en un primer momento que las mujeres desaparecidas son dos, unas horas más tarde del mismo día señalar que son cinco, para la final reconocer, un día después, que en realidad son 18 en todo el estado…y 19 hombres.

¿Dónde estén esos desaparecidos? ¿Existen? ¿Viven? No se sabe. Pero donde sí viven, donde sí palpitan, donde si generan recuerdos, angustia, desesperación, es en sus familiares.

Y no están “desaparecidos”, porque la gente no se esfuma así nada más, como tragado por la tierra o abducida por los ovnis.

Por el momento, buscamos a Cinthía Paola, a la pequeña Zoe, en tanto a otros parece que se les ha dejado de buscar, como es el caso de los cuatro jóvenes que participaron en 2009 en la campaña a gobernador de Fernando Toranzo, y luego no se les volvió a ver.

Pasa el tiempo, pasan los años, y la gente no aparece, va surgiendo la desmemoria, el olvido.

Mientras el gobierno, de manera oficial, busca cerca de 40 personas. Ellos dicen, los funcionarios responsables, dicen que los buscan.

¿Son todos los que están en la lista? Seguro que no. Además, ¿cómo creerles? Si el Procurador dice que son solo dos casos, luego que cinco, después que 39.

Ese es el gabinete de diez. De un gobierno de diez, que ante ejecuciones, balaceras, desaparición de mujeres, y la consecuente psicosis social, responde que nombrará a un vocero, quien dará cuenta de tales hechos.

Mismo gobierno que al homicidio e incendio de la gasolinera de Ciudad del Maíz, al asesinato de tres líderes sociales en el Naranjo y Valles contesta que el gabinete de seguridad se reunirán en la Huasteca.

Que a crímenes de la delincuencia organizada que se suceden sin parar en Tamazunchale, Tamuín, Tamasopo, y San Luis Potosí, reacciona con una comparecencia de titulares del gabinete de seguridad que se ponen 10 de calificación o le escurren el bulto a sus responsabilidades.

Pero las ejecuciones, los secuestros, las balaceras, la desaparición de mujeres, las mantas amenazantes y la psicosis social parecen inmunes a esas estrategias.

Hasta el momento las respuestas políticas y mediáticas parecen no hacer mella en los grupos de la delincuencia organizada que se disputan el territorio potosino.

El presente gobierno ya tiene poco más de un año, sin que le haya sido suficiente para establecer un plan de seguridad que brinde resultados.

El gabinete de seguridad, traído de Tamaulipas perdió la credibilidad muy pronto, y se encuentra cuestionado por su incompetencia y falta de efectividad.

Cualquiera pensaría que un año es suficiente para convencer, pero en este caso no es así, y a pesar de peticiones reiteradas de cambios en el gabinete, el gobierno se empeña en sostener a los mismos hombres.

Así que sin cambios en el gobierno, sin nuevas estrategias o planes contra la delincuencia, parece que seguiremos siendo testigos de graves sucesos, y de la ya acostumbrada impunidad que suele seguir a éstos.

No hay vocero, ni reunión urgente de seguridad, ni comparecencia que pueda salvarnos… sobre todo cuando del otro bando siguen secuestrando, asaltando, “ejecutando”…