Ayer, el pueblo de Venezuela cumplió cien días en las calles desde que el 1 de abril de este año comenzaran las protestas tras la decisión del Tribunal Supremo de Justicia de quitar las autoridades a la Asamblea Nacional, en manos de la oposición desde diciembre de 2015.
Son más de 90 los muertos en las protestas, casi uno por día; en su mayoría, jóvenes que salen a manifestarse por un futuro mejor y democrático. Y hubo una decisión sorpresiva: el sábado a la madruga, el opositor Leopoldo López fue excarcelado y trasladado a su casa para cumplir arresto domiciliarios después de más de tres años de prisión. Están quienes leen en la medida del chavismo una forma de buscar respiro a las marchas, que ahogan al gobierno. Están aquellos que consideran se trata sólo de una fachada.
Mientras los venezolanos salían a las calles, movilizaciones del oficialismo en Caracas y otras ciudades venezolanas abrieron la campaña para las elecciones de la Asamblea Constituyente que convocó el presidente Nicolás Maduro, previstas para el 30 de julio y rechazadas por la oposición.