El presidente Barack Obama no enviará a Cuba una delegación oficial para atender los servicios funerales del líder cubano Fidel Castro en representación de Estados Unidos, informó hoy la Casa Blanca.
El vocero presidencial Josh Earnest evitó precisar las razones detrás de este sorpresivo anuncio, pero hizo notar que la relación entre ambos países “es bastante complicada”, además de que su gobierno continúa preocupado por el manejo del gobierno cubano del tema de derechos humanos.
“Esta fue una manera apropiada para que Estados Unidos muestre su compromiso con una relación continua orientada al futuro del pueblo cubano, y una manera apropiada de mostrar respeto (por la muerte de Castro), al tiempo que reconoce algunas diferencias que subsisten entre nuestros dos países”, dijo.
Earnest dio a conocer que Estados Unidos será representado por el Asesor Nacional de Seguridad, Ben Rhodes, uno de los responsables de las negociaciones que resultaron en el restablecimiento de relaciones, así como Jeff DeLaurentis, encargado de Negocios de la embajada estadunidense en La Habana.
Explicó que existe un proceso detrás de la designación de una delegación oficial para atender desde una coronación hasta un funeral, y en este caso el gobierno estará representado por el diplomático de más alto rango en la Isla y por Rhodes.
