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jueves 28 de marzo de 2024 San Luis Potosí, México
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Rosa María Cortés, única sobreviviente del homicidio de sus tres nietos, el suicidio de su hija Mireya, madre de los pequeños, así como el de su esposo, dejó ayer el área de cuidados intermedios del hospital privado en el que aún se encuentra hospitalizada desde el pasado 8 de junio, y por lo que la Procuraduría General de Justicia (PGJ) capitalina espera que rinda su declaración.

Este diario confirmó ayer al llamar a la habitación en la que se encontraba que la mujer fue trasladada a otra zona médica donde observan su recuperación total para, en los próximos días, poderla dar de alta.






En la dependencia se dijo que hasta ayer no se había iniciado ningún procedimiento judicial en su contra, toda vez que la PGJ habría considerado imputarle el delito de homicidio de sus tres nietos, pero tampoco confirmaron que la mujer hubiera dejado el hospital y se recuperara en su casa o en otro lugar, por lo que este diario buscó a sus familiares para conocer el estado de salud de Rosa María, de 68 años.

Al respecto, su hijo Miguel Agraz señaló en breve entrevista telefónica que él se encontraba fuera de la Ciudad de México arreglando asuntos de negocio y que no tenía conocimiento de la salud de su madre.

No tengo conocimiento de su salida, honestamente, al final tengo que estar al pendiente de mis asuntos y ahorita ando por Veracruz”, expuso brevemente Miguel.

Mientras que Miguel Saucedo, abogado de Leopoldo Olvera, padre de los menores fallecidos, comentó que hasta el momento no había sido notificado por el Ministerio Público cómo se encuentra la abuela ni tampoco el estatus legal que tiene la mujer ante la autoridad judicial.

El pasado 11 de junio se había informado que después de la atención médica recibida, Cortés dejó el área de terapia intensiva donde fue ingresada.

Después de un tratamiento especializado y un lavado gastrointestinal tras haber ingerido un coctel de medicamentos para quitarse la vida, la mujer de 68 años ha podido evolucionar.

En ocho dias su atención médica, el servicio ya sumaba 100 mil pesos.

La mujer de la tercera edad deberá rendir su declaración para aclarar cómo fue planeado el homicidio de sus tres nietos, quienes tendrían que haber pasado a la guarda y custodia de su padre, Leopoldo Olvera, luego de que su madre Mireya Agraz perdiera un juicio por la patria postestad tras haber denunciado a su exesposo por abuso sexual infantil.





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