Su cuerpo tenía una bolsa de plástico en la cabeza. De ahí se presume que se trató de un asesinato. Por el estado de descomposición del cuerpo, tal crimen debió ocurrir desde hace tres o cuatro días.
Pero fue hasta hoy, cerca de la una de la tarde, cuando se descubrió el suceso, luego de que el rentero halló el cadáver en la casa de su propiedad, ubicada en el número 1105 de la calle Lanzagorta, esquina con la de República.
Pasada la una de la tarde, arribaron al sitio personal de Servicios Periciales y de la Policía Ministerial, iniciando con el levantamiento de evidencias, y con el interrogatorio a algunos vecinos.
También rinde declaración el rentero, a quien se le están solicitando más datos sobre su cliente, a fin de determinar la edad que tenía y posibles datos que permitan identificar quién pudo matar a este hombre.
El hombre tenía entre 35 y 40 años, y sobre la forma en que pudo haber sido asesinado, será la autopsia la que revele más datos.
Aunque, por otro lado, y de manera extraoficial trascendió que aparte de la bolsa en la cabeza de la persona victimada, en la casa se encontraron otros indicios que podrían llevar a la captura del o los responsables.