+ MENSAJES ANÓNIMOS ATRIBUYEN CRIMEN A POLICÍAS
+ SU VIUDA PODRÍA ESTAR EN PELIGRO

Su nombre era Edgar Josefat Guardiola Maldonado, era conocido como “El Josefa”, otros le llamaban “El Perro”, tenía 24 años de edad, y una discapacidad motriz que le impedía caminar, se desplazaba en silla de ruedas.

Edgar Josefat Guardiola Maldonado contaba con antecedentes penales por robo de vehículo y homicidio,

La rigidez de su cadáver hizo suponer que fue asesinado alrededor de las ocho de la noche del 30 de enero, su cuerpo fue encontrado en la mañana del día siguiente en una zona baldía de la colonia Las Flores, ubicada entre el Anillo Periférico Norte y la esquina de la calle Orquídea, cerca de las vías férreas que conducen a Aguascalientes.

El “Josefa” estaba envuelto en una cobija azul, tenía un balazo en la cabeza y huellas visibles de tortura y heridas por arma blanca, en su torso clavaron un mensaje en el que lo señalaban como “cobrador de cuotas” de un cartel que opera en la ciudad.

Cuesta trabajo imaginar al joven Josefat, “El Perro” Guardiola, desplazándose con dificultad “cobrando cuotas” a menos que se hiciera acompañar de un séquito de matones, ¿Y a quién le cobraba cuotas y por concepto de qué?

Una aparente respuesta al mensaje clavado en su cuerpo vino la mañana del 3 de febrero mediante mantas colocadas en diferentes puentes peatonales de la ciudad en donde se leían declaraciones de su viuda.

A través de las mantas, se supone que la hoy viuda de Guardiola Maldonado narra que esta era la segunda ocasión en que su marido había sido secuestrado y torturado, solo que esta vez no regresó con vida.

En la manta se lee que la viuda dice que su marido fue secuestrado el lunes 30 por la noche, que los secuestradores llegaron hasta su domicilio a bordo de dos vehículos, destruyeron su silla de ruedas, lo golpearon y se lo llevaron, e identifica con nombres y apodos a elementos y mandos de la policía ministerial como autores de los dos secuestros y asesinato de su marido.

Sin embargo tal información resulta en extremo cuestionable, pues se trata por supuesto de mantas con mensajes anónimos que, sean ciertos o falsos, no estan respaldados por nada, y sí ponen en gran riesgo a la viuda. Ignoramos si la Procuraduría ya tomó las medidas necesarias para su protección.

En este momento en que la falta de credibilidad de la instituciones, y de las personas, genera incertidumbre en la sociedad es importante que la PGR de un informe puntual y preciso de la investigación de este asesinato.

La ambigüedad de la información filtrada a cuenta gotas a los medios, solo redunda en la criminalización de la víctima y también de la fuerza policiaca qué, suponemos, está para proteger y servir y no para ser un brazo armado del crimen organizado, o incluso abre la posibilidad a que esto se aun montaje para generar desinformación y desconfianza en nuestras autoridades.

Alguien está matando a ciudadanos potosinos, dejando sus cadáveres en donde puedan ser encontrados, y no sabemos quién los mata ni con que propósito.