* El responsable intentó ocultar el cadáver en un hoyanco, bajo piedras y rocas de gran tamaño.
La tragedia vistió de luto a una familia esta madrugada; a causa de la imprudencia del conductor de un automóvil Bora; el cual arrolló dramáticamente a un masculino de 50 años en la Carretera Rioverde a la altura de Ciudad Satélite.
El destino le tenía preparada una mala jugada a Don Francisco Javier,que había acudido a depositar una ofrenda a su hijo fallecido tiempo atrás justamente en ese mismo punto. Iba a cruzar la cinta asfáltica en el kilómetro 244+400.
En compañía de varios familiares; se disponían a rezar y colocar flores frente a una cruz; pero no fue posible, en medio del dolor de volver a recordar aquel fallecimiento sobrevino otro hecho trágico; un vehículo color vino era conducido a exceso de velocidad atropellaba de manera aparatosa al señor, a grado tal de desprenderle parte de una pierna y el resto del cuerpo viajar en el parabrisas.
Hubo desconcierto, llanto y gritos de desesperación; sobre la carretera quedaron manchas de sangre y aquella huella que jamás olvidará la familia……
Posteriormente, se registró movilización policial en la zona, agentes federales tomaron conocimiento; para entonces los familiares afectados por su propia cuenta estuvieron indagando el paradero del resto del cuerpo, dado que en los alrededores de la tragedia no estaba.
El aviso estaba dado, dar con la ubicación del vehículo Bora color vino con rines deportivos en color negro, el mismo ya había sido remolcado por una grúa en Avenida Libertad; agentes municipales lo iban custodiando, sería coincidencia, casualidad o justicia divina; los familiares iban pasando por la zona; visualizan el vehículo junto con el conductor y solicitan la atención a los oficiales.
Esta historia inédita no terminan ahí; el presunto responsable confesó que el cadaver de Don Francisco lo había depositado en un hoyanco , habiéndole colocado encima piedras y rocas de gran tamaño.
Acudieron a un predio abandonado en la comunidad conocida como «El Panalillo» y se comprobó la veracidad de la versión del presunto responsable; ahí, mostró culpa y arrepentimiento pero esto le duró poco; el joven se escabulló, huyó y se perdió; situación que hoy hace que sea buscado por agentes ministeriales para que pague por el crimen.